domingo, 31 de enero de 2010

KISS OF FIRE

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Era el viernes por la tarde y Marcial regresaba a casa del trabajo, en su coche. Apagó la radio que no escuchaba y se quedó absorto contemplando a la hermosa luna llena que se estaba levantando delante de él. Como buen Cangrejo, la luna siempre le había producido efectos muy positivos.

Saludó a su mujer con una caricia y un beso en los labios. Elia estaba sentada, en el salón, en su mecedora, zurciendo ropa. Elia le regaló a Marcial sus labios y su sonrisa. Marcial pasó al aseo y al dormitorio y se puso una bata para estar más cómodo, tomó de la mesilla el libro que estaba leyendo y se marchó al salón a leer junto a Elia que se mecía suavemente en su mecedora con un acompasado, Ñic – Ñac, sin dejar de dar puntadas. Marcial la miró de reojo y pudo ver lo guapa que estaba. Llevaba el vestido largo que a él tanto le gustaba, rojo granate, de piel de melocotón, con bordados en el pecho, todo abotonado por delante,. Se había pintado los labios y un mechón derecho de su cabello era sujetado por aquél prendido en forma de mariposa plateada con brillantitos que Marcial le regaló cuando eran novios, hacía ya… treinta y tantos años, y que le hacía parecer una niña. ¡Dios, que bella está!.

Marcial intentó centrarse en la lectura de la novela de Mercedes Pinto “La última vuelta del scaife” pero no lo conseguía. Miraba a Elia por encima de las gafas y la veía tan preciosa… Siempre había estado enamorado de ella desde los 16 años.

El vestido de Elia tenía los cinco botones inferiores sin abrochar y dejaba ver una parte de sus piernas cruzadas. Las mujeres tienen esa extraña habilidad de saber que las están mirando aunque ellas no te miren.

Ñic – Ñac, Ñic – Ñac… Elia levantó la vista y, con una sonrisa, le preguntó a Marcial.

- ¿Qué estás mirando?
- Lo que veo y lo que adivino.
- ¿Y te gusta lo que ves?
- Mucho
- ¿Y lo que adivinas?
- Más todavía .

Elia cambió las piernas de posición y con mucha picardía y pudor colocó las puntas del vestido tapándose las rodillas, pero no tardaron en volver a bajarse y volvieron las piernas a quedar al descubierto, lo cual las hacían aún más provocadoras.

Ñic – Ñac, Ñic – Ñac … Elia levantó los ojos y vio como Marcial la seguía contemplando sonriente.

- ¿Quieres que ponga algo de música? –preguntó Elia
- Sí, por favor.

Elia se levantó y buscó por entre los antiguos discos de LP y puso uno en el giradiscos. Al sonar los primeros acordes Marcial levanto súbito la cabeza y miró a Elia que en ese momento se sentaba. El disco se titulaba “Kiss of Fire” un LP de tangos orquestados que Marcial le había regalado hacía ya muchísimos años y que tanto le gustaba. Comenzó con la música del tango “Celos”, el tango gitano incomprensiblemente danés, que los fue envolviendo en la música de sus violines y sus bandoneones, al tiempo que el corazón de Marcial palpitaba siguiendo las pautas que el tango iba marcando. Marcial cerró los ojos y el libro, y reposó su cabeza sobre el respaldo del sillón. Aquello había sido un golpe directo al corazón. La música de los tangos siguió jugando con ellos, invadiendo todos los rincones del salón hasta que al final… empezó a sonar el rey… EL CHOCLO

Con este tango que es burlón y compadrito
Se ató dos alas la ambición de mi suburbio


Marcial da un salto y se levanta, toma con una mano la de Elia, al tiempo que dejaba el costurero sobre la mesita y la ayuda a levantarse

Con este tango nació el tango, y como un grito
Salió del sórdido barrial buscando el cielo;

Sube Marcial el brazo izquierdo hasta donde el dolor se lo permite (“¡maldita caída que me rompió el infra espinoso!” – masculló con rabia) La mano derecha, bien firme, en mitad de la espalda de Elia formando un ángulo recto…


Conjuro extraño de un amor hecho cadencia
Que abrió caminos sin más ley que la esperanza,

… y arraaaaaancan con uno, dos, tres, cuatro y cinco… un loco conjuro de amor hecho cadencia… la mano derecha de Marcial va llevando la dirección de cada paso, aplicando suaves presiones con la punta de sus dedos…

Que abrió caminos sin más ley que la esperanza,
Mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia

… seis, siete y ocho… parada a pies juntillas… ya no hacen falta instrucciones ni medidas, el alma se ha encogido poco a poco hasta encontrar a los pies para bailarlos. La pierna derecha de Marcial sale abriéndose camino por entre las piernas de Elia y la obliga hacer un giro, suaaaave, pero con fuerza y con garra… va bajando la mano, delicadamente, hasta la última vertebra de Elia que cierra los ojos por el tenue placer que le produce esa caricia en la columna que la enerva y le entra hasta la médula como un rayo fulminador…

Llorando en la inocencia de un ritmo juguetón.

… vuelve a subir la mano acariciando con el leve roce de la yema de sus dedos hasta los omóplatos, en un movimiento que no tiene nada de inocente pero sí de juguetón y que se para en la hebilla del sujetador…

Por tu milagro de notas agoreras
Nacieron, sin pensarlo, las paicas y las grelas

… y vuelta a empezar, uno, dos, tres, cuatro y cinco….y seis, siete y ocho


Luna de charcos, canyengue en las caderas
Y un ansia fiera en la manera de querer...

…las caderas de Elia insinuantes y cadenciosas. Arrastrando el pié, Marcial hace que Elia inicie un giro de su cuerpo hacia su izquierda y la recibe con la mano derecha que ha bajado hasta la cadera de Elia… y acariciando, la impulsa y la vuelve a enviar hacia el otro lado, y al pasar, las mejillas se juntan y al continuar en su trayectoria los labios se han rozado fugazmente, pero han sido como dos llamas de fuego que abrazaban. Otro estremecimiento, ahora mutuo, que provoca fieras ansias…


Al evocarte, tango querido,
siento que tiemblan las baldosas de un bailongo
y oigo el rezongo de mi pasado...

… te han amado tantos, ¡Oh Tango!, que me traes los recuerdos de tantas personas queridas que te han bailado y en tu cadencia se han amado…que escucho sus voces, su rezongo…que me embriagan y me marean… Marcial siente en su cuello el suave suspiro… el aliento de Elia… los ojos ya están cerrados… se van alejando del salón.

Hoy, que no tengo más a mi madre,
siento que llega en punta 'e pie para besarme
cuando tu canto nace al son de un bandoneón.

…mi madre, mi bendita madre que me enseñó a amarte ¡Oh Tango!, cuando te vi bailar con ellos… mi padre, mi madre y tú, … tan cariñosos… Siento que ella me llama en ese sonido afónico, cortado y rajado, en la hermosa estridencia del bandoneón de Piazzolla, que me va haciendo estragos… y me besa.

Carancanfunfa se hizo al mar con tu bandera
Y en un pernó mezcló a París con Puente Alsina.
Triste compadre del gavión y de la mina
Y hasta comadre del bacán y la pebeta.
Por vos shusheta, cana, reo y mishiadura
Se hicieron voces al nacer con tu destino...
¡Misa de faldas, querosén, tajo y cuchillo,
Que ardió en los conventillos y ardió en mi corazón

¿Quien entiende este lunfardo?.

Desde el dormitorio, ya apenas si se escucha, muy levemente el resto del tango .

Marcial está en el salón y el disco hace ya rato que se ha parado. Mira por el gran ventanal y ve a la luna, a su Luna, que le mira a él fijamente, con su sonrisa benefactora, cómplice y picarona. Marcial le corresponde con la misma sonrisa y un guiño de ojos de viejos amigos.

Elia entra en ese momento al salón colocándose la pinza del pelo; la mariposa de plata con brillantitosque tan bien le sienta, y le pregunta a Marcial.

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- ¿Qué quieres de cenar?
- Hummm, ¿Qué te parece otro tango?
- ¡Calla loco! Te haré una tortilla.

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La vida se hace con los pequeños momentos que vamos sumando.


lunes, 25 de enero de 2010

POR FAVOR, SONRÍA BREVE

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Cuando nuestra amiga Felisa, en su Blog “El sueño de las palabras” nos invitaba a participar en un concurso de “microrelatos” con las dos condición de que tenía que empezar con la frase “Por favor, sea breve dijo…” y estar escrito en menos de 500 caracteres, se me ocurrió escribir este sainetillo creyendo que cumplía con lo dispuesto. Craso error el mío que confundí 500 caracteres con 500 palabras.
Yo con 500 caracteres, incluidos los espacios, no sé ni decir “breve”


POR FAVOR, SEA BREVE


- Por favor, sea breve – dijo D. Braulio a Mariana cuando esta se arrodillaba dejando caer sobre el ajado y sufrido cojín granate del confesionario sus sesenta y tantísimos kilos de anatomía y años.

- Ave María Purísi…
- Por favor. sea breve – se volvió a repetir desde el interior del confesionario.
- Hace que no me he confesa..
- Por favor, sea breve.

Quedó Mariana sorprendida por la insistencia de D. Braulio.

- ¿Está usted bien D. Braulio? Le noto la voz cambiada ¿Se ha acatarra…
- Por favor, sea breve.
- Don Braulio, ya sé que es muy tarde y que me confesé también ayer, pero resulta que…
- Por favor, sea breve.
- Como usted diga D. Braulio, pero le advierto que hoy traigo un pecado muy serio que…
- Por favor, sea breve
- Por favor D. Braulio – dijo Mariana elevando ya un poco la voz – Déjeme decirle mis pecados con tranquilidad porque este de hoy no lo tenía ayer y es uno muy serio y me va mucho en juego. Resulta que me he enamorado de…
- Por favor sea breve.

Mariana respiró ruidosamente con profundidad, apretó fuerte los labios y entornando los ojos, no sin cierta ira, miró a un lado y a otro de la iglesia. No había en ella nadie. Con voz más serena y calmada, tragó saliva y volvió a la carga con la esperanza de ser escuchada esta vez.

- Vamos a ver D. Braulio, trato de confesarle mi pecado de infidelidad para con mi marido porque resulta que me he enamorado perdidamente de otro hombre y ese hombre es…
- Por favor sea breve.

Mariana no pudo aguantar más y dando un fuerte golpe con el puño cerrado en la caja del confesionario, se levantó y gritando le dijo a D. Braulio:

- ¡Nada! ¡No he dicho nada! ¡Que sigo enamorada de mi marido, que por lo menos alguna vez me escucha! ¿Cómo he podido enamorarme de un hombre como usted que no escucha a nadie y tiene tanta prisa? ¡Adiós D. Braulio!. Brrrr.

Mariana salió de la iglesia con un humor endiablado dando un fuerte portazo.

De la sacristía salió el buen D. Braulio y acercándose al confesionario descorrió la cortinilla y dijo:

- Vámonos a casa Damián que hoy ya no va a venir nadie.

Y cogiendo a su loro se marcharon los dos a casa, mientas el loro repetía:
- Por favor, sea breve.





sábado, 23 de enero de 2010

LOS CONJUROS


Después de pensarmelo repetidas veces he decidido, no sin vencer algunos temores, poner aquí una pequeña muestra de como va trascurriendo mi novela que se desarrolla en Murcia y su huerta en el siglo XIX ... y ver que pasa. No creo que me haga daño. Es un pequeño trozo del capítulo 8 que he estado escribiendo estos últimos días. No está revisado y le faltan varias lecturas y repasos.

Bueno, pues aquí os lo dejo. Comprendo que es muy largo y quizás os parezca algo pesada pero... no todo es así.


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Después de comer se unieron a ellos “Ñin”, Teresa, Ana, José y Pedro que llegaba en ese momento de Alcantarilla.

Tomaron el café de recuelo en olla que había preparado Rosa y los hombres se sirvieron una copa de anís escarchado de la botella que Juan sacó a insistencias de “Ñin”.

- No seas roñoso Juan y sácate la botella de anís escarchado, y la del “regüelto” y la de “la coñá”, que nos echemos un lingotazo.


Estaban en animada conversación cuando de pronto, en le lejanía, se escuchó levemente un toque de campanas que venía de Murcia. Todos se miraron en silencio.

- Laudeate dominus – dijo Pedro con cierto tono ceremonioso

- Sí, son los toques “de Conjuros”. Hoy es 3 de mayo, día de la Santa Cruz – comentó Andrés

- Sí es cierto, hoy es el día de la Santa Cruz y hoy comienzan los “Conjuros” que siempre hemos escuchado, pero, ¿por qué son esos toques? Contádnoslo si lo sabéis – dijo Teresa mirando a Pedro.
Andrés y Pedro se miraron como diciendose ¿quien de los dos lo cuenta?. Andrés le hizo a Pedro un gesto para que fuera él el que lo contase.

Pedro miró a Ana, que se atusaba el pelo y estiraba el refajo, se mordía los labios para que estuvieran más rojos y se pellizcaba las mejillas pensando que Pedro no la observaba. Cuando Ana levantó la cabeza y se encontró con la mirada de Pedro, se puso más colorada y, riéndose, se tapó la boca avergonzada y se acomodó en la silla para escuchar a Pedro que carraspeó un poco como para aclararse la voz. Pedro bebió un sorbo del anís escarchado y empezó a hablar:

- Un Conjuro es una lucha encarnizada entre el bien y el mal. Un concierto de campanas es un combate que se cierne sobre la ciudad y su huerta para ocuparla y protegerla de los malos espíritus que puedan hacerle daño.
Es una lucha a vida o muerte; el bien contra el mal en un combate escatológico. Es un concierto de sonidos que como látigos centelleantes van envolviendo todos los rincones de la ciudad para dar la batalla al mal allí donde se halle escondido. En Murcia esta creencia es ancestral al menos desde su nueva época cristiana, y parece ser que en épocas anteriores, cuando nuestros antepasados los íberos, también existían, y con más razón, estos tipos de Conjuros.


La campana que primero habéis escuchado se llama “la Mora”. Es una de las campanas más antiguas. Data de 1,383 de nuestra era, aunque en su cuerpo figura la fecha de 1421 pero de la era Hispánica, lo cual obliga a restarle 38 años, ya que en dicha era se empezaba a contar desde antes de Cristo y no como ahora que se cuenta después de Cristo.

La campana no es Mora, como algunos dicen, pues como todos sabemos, los moros no tienen campanas y tampoco es la más antigua ya que Almanzor, en el año 953 asoló Santiago de Compostela y trajo sus campanas hasta Córdoba a hombros de esclavos cristianos y que dos siglos después volvieron a realizar el mismo camino de vuelta cuando Fernando III el Santo, el padre de nuestro rey, Alfonso X el Sabio, conquistó Córdoba. Lo que sí es posible es que al ser la campana más antigua fuera la que advertía de las incursiones moras de aquellas épocas.

También se dicen que la llaman así debido a los dibujos e inscripciones que tiene en su falda. Una estrella de David, que siempre se ha se utilizado como talismán conjuratorio, y una inscripción en latín que dice: “Ecce signum, fugite partes adversae, vicit leo de tribu Judá, radix David. Aleluya. Su traducción, más o menos viene a querer decir: «He aquí el signo (de la cruz). Huid enemigos (del alma, mundo, demonio y carne). Vence el león de la tribu de Judá (Nuestro Redentor) Cristo. Aleluya». Esta frase es la antífona de uno de los salmos que se rezan en el Oficio Divino del día de hoy.

El sonido de esta campana es muy dulce porque, según se dice, se empleó mucha cantidad de plata en su fundición. Ella es la dulce voz de la Catedral de Murcia.

Todos estaban pendientes de las palabras que salían de la boca de Pedro. Ana lo miraba embelesada e inequívocamente enamorada. “Ñin” estaba que se le caía la baba de escuchar a Pedro y orgulloso de él, deseando que se formalizara esa relación con su hija Ana, no fuera a ser que viniera alguna lagarta pajuata, lo engatusara y se lo quitara.

Se hizo un silencio porque unos minutos más tarde se volvieron a escuchar los mismos toques repetidos.

- Sigue Pedro, por favor, sigue contando – insistió Ana.

Pedro bebió otro sorbo del anís escarchado que Juan le había repuesto en la copa y volviendo a carraspear continuó.


- Como os he dicho, un concierto de campanas en un combate contra las fuerzas del mal, una lucha por tomar al asalto una ciudad que con su lenguaje sonoro va ocupando plazas, calles, casa, campos y rincones. Incluso ocupando el interior de las personas. Es como una escala de Jacob, por donde bajan y suben, a ritmo de tañidos, una legión de ángeles con lenguas de fuego en sus bocas y espadas de dos filos en las manos, para penetrar y curar el corazón de los hombres y poder llegar a sus recónditas profundidades donde el mal anida con sus miedos, sus memorias, sus fobias sus sentimientos cainíticos contrapuestos, que están esperando la más mínima oportunidad para manifestarse ante la menor muestra de debilidad.

Con sus fugas, sus variaciones de tonos, de intensidad y volumen, se desarrollan ataques, asaltos, aproximaciones y huidas en desbandada con los ecos lejanos persiguiendo y marcando, con la audición de su sonido, su propia territorialidad. Con sus repeticiones hace recordar a las fuerzas del Seol que la ciudad está protegida y para que estas fuerzas malignas no intenten regresar y hagan de nuevo presa en ella.

Murcia tiene tres puntos débiles muy concretos en los que sus particulares demonios la atacan con desbastadora fiereza arrebatándole el trabajo, el sosiego y la comida de sus gentes: las riadas, el granizo y la sequía.

- Eso es cierto, aquí o nos ahogamos o nos morimos de sed – intervino “Ñin” – continua Pedro que esto está muy interesante.

- Para combatir estos males la ciudad se proveyó de estas armas campaniles con las que hacer frente a estas fuerzas malignas que la acechan y con ella Conjurar el mal, ante sus manifestaciones y de forma preventiva. Como viene a decir la leyenda de “la Mora”,Un León para luchar contra otro león”.

En este toque intervienen tres campanas a dúo y tres en conjunción. De esta forma se reza para obtener la bendición de la cosecha y el alejamiento de tormentas y granizos.

Los toques comienzan y terminan con la melancólica campana llamada “la Nona” que interviene como una leona, lanzando fieros rugidos de Mi, que es la tercera nota del pentagrama y toma su nombre de la primera sílaba del tercer verso del poema “Ut queant laxis” que dice Mira gestorum que se traduce como “de los milagros”. Este toque que acompaña al bello sonido de “La Mora” es correspondido con los graves tonos de las campanas “Trinidad” y “Paz” lanzando al aire rugidos en La que es la primera sílaba de la sexta estrofa del mismo poema: “Labii reatum” que quiere decir “Nuestros pecadores (impuros) labios”. Así las campanas parecen decir “Con nuestros labios impuros gritamos el Conjuro de los milagros”.

Pedro, sin pretenderlo, había ido elevando paulatinamente el tono de su voz hasta que se dio cuenta de la carga de emoción que había en ella y se calló un momento. Se hizo un silencio profundo y denso. Toda la huerta parecía escuchar las palabras que salían de la boca de Pedro que tras unos segundos continuó, pero cambiando el tono de voz por otro menos solemne y más coloquial: como haciendo un epílogo.


Cuando hay peligro de que descargue una tormenta de granizo el obispo sube al balcón de los Conjuros desde donde conjura a la tormenta para que se aleje o para prevenir de la “riá” exponiendo la reliquia del Lignum Crucis entre los cuatro pináculos sobre los que se yerguen los cuatro santos (Isidoro; Leandro; Fulgencio y Florentina).

Estos toques de Conjuros se realizan: el primero a las seis y se repite a las las seis y cuarto de la mañana, para empezar el día y despertar a sus habitantes y para recordarles que el León de Judá está despierto y vela por ellos. El segundo tiene lugar a las once y a las once y cuarto: le recuerda al que está trabajando que el Guardián de Israel no duerme ni reposa. El tercer y último es a las cinco y a las cinco y cuarto de la tarde, cuando se termina la jornada para hacernos recordar el Señor nos libra de todo mal, todos los días de nuestra vida.
Así se hace todos los días desde hoy, 3 de mayo, hasta el 14 de septiembre festividad de la Exaltación de la Santa Cruz. En este día 14 de septiembre, al terminar el último toque de las 5 y cuarto, tiene lugar un concierto de música desde lo alto de la torre al cual asisten una gran cantidad de murcianos.

Pedro había terminado de hacer su explicación pero nadie decía nada. Estaban alucinados. Por fin Ana se atrevió a hablar.

- Esto que nos has contado es preciosos, Pedro ¿Cómo sabes tantas cosas?

- Eso lo hemos estudiado en el seminario y lo hemos vivido muy intensamente dada la proximidad del seminario y la Catedral.
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jueves, 21 de enero de 2010

LA NIÑA Y LA COMETA

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No sé porqué escribo esto. Será porque esta noche me desvelé a las 4 y me vinieron a la mente las imágenes de una niña volando una cometa.
Ahora… he empezado a escribir esto, que no sé ni lo que es.
Quizás pretedía ser un cuento.



¡Papá! ¡Papá!, hazme una cometa.
Gritaba la niña
Papá, papá que sea grande
Muy grande, muy grande

Con la cola muy larga
Y con lazos de plata
Con las alas de un hada
Y con papeles de seda

Que vuele muy alto, muy alto
Y un hilo muy largo
Tan largo tan largo
Que llegue hasta el cielo.

El padre sonríe al ver a su hija
Que salta y que brinca como una gacela
¿Así de grande la quiere mi niña?
¡Más grande, más grande la quiere tu nena!

Que grande, que hermosa, que bella cometa
Con sus dos cañicas en cruz travesera
Con la cola larga y con lazos de plata
Y un hilo tan largo que al cielo llega

Vamos a la playa a volar mi cometa
Vámonos padre que yo quiero verla
¡Ya se alza! ¡Ya sube!, como una gaviota
Que vuelo tan lindo tiene mi cometa

La sube, la baja, a derecha y a izquierda
Maneja la niña a la dócil veleta
La niña se mueve al son de su vela
Retrocediendo va por la playa aquella

No ha visto el cortado que había tras de ella
¡No sigas! ¡No sigas! ¡Párate ahí niña!
Tarde llegó la voz que gritando avisaba
Y a los pies de la niña, les faltó la tierra

¡Dios mío1 ¡Dios mío! Protégela a ella
Angustiado su padre se fue tras de ella
Pero, de pié, allá abajo, estaba la niña
Sin un rasguño, ni un golpe siquiera

La niña miraba fija a su cometa
Que la llevó por los aires y la dejó en la arena
Como suave caricia, sin que nada sintiera
Con delicadeza.

Miró el padre al cielo y vio a la cometa

Y unas alas de ángel que se plegaban tras ella



sábado, 9 de enero de 2010

HAIKUS DE MAN


Dicen que la ignorancia es muy temeraria y debe ser cierto, pues ignorante soy; pero esta osadía mía, no sabe de miedos.
Una vez conocí y leí, sin haberlo pretendido, unos bellos Haikus. Decidí probarme y me salió esto.
Posiblemente solo profundicé hasta un milímetro de mi piel y no supe interiorizarme hasta aquellas honduras en donde se encuentran las coyunturas que unen el cuerpo con el alma. Allí donde se engendran las buenas intenciones y nacen los bellos poemas.
Pienso que Dios no me ha tocado con su dedo para este oficio.


Enero de 2009

Sueño abrazarte,
busco ansioso tus labios
…y ya no estás.


Los fríos, pasaron.
Ven, anida en mi pecho
¡Oh primavera!


Ya cae la tarde
Y las sombras se alargan
Amor, no tardes

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Agosto 2009
Quemé la casa
Ya nada nos impide
Ver las estrellas

Surcaré los campos
Y que mis dedos toscos
Aren la tierra.

Quitaré el techo
Para oír las estrellas
En nuestra cama
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Enero 2010


Oigo alejarse
Tus pasos de la alcoba
Fría es mi soledad

Golpea el viento
Con furia en mi ventana
Si tú no estás.

Gotas de lluvia
Borran de mi ventana
Tu imagen. ¡Vuelve!


jueves, 7 de enero de 2010

LOS NIÑOS DE BELÉN

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"Los niños de Belén
Están jugando en la plaza
Ya vienen los Reyes Magos
Son: Uno, Dos y Tres
¿De donde habéis venido?
Con caballos y camellos
¿Quiénes sois?, ¿quiénes sois?
Que habéis venido hasta aquí"

(De una canción infantil)

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Vinieron con los Inocentes y se han marchado, siguiendo a la Estrella de vuelta, hacia un oriente italiano.
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No es que me queje, porque durante media hora de diez días fueron míos.
No es que me queje, porque aquí me quedan más.
No es que me queje, pero me acuerdo de aquél poema que leí en mi mocedad y que decía algo así:
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“Que Dios te dé una casa con jilgueros
Deberes que cumplir y muchos niños
Que Dios te de una casa en que las flores
Alejen de esplín y de maleficios
En que no falte nunca un pedazo de pan, de uva y de vino
Que Dios te libre de tener la casa
Huérfana de canciones y de niños
Porque entonces será cuando estés solo
Porque de ti el ensueño habrá partido”

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No es que me queje, pero es que hoy, viendo las fotos aquí solo en mi despacho, me viene la morriña y los echo de menos.

Cualquiera tiene un día tonto ¿No?

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martes, 5 de enero de 2010

UNA JOYA DEL ROMÁNICO

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Confieso que este pequeño oratorio es mi preferido. Miradlo bien porque está lleno de signos preciosos.
Lo hicieron y lo pintaron unos mojes benedictinos y fue mandada construir por Carlomagno en el s. VIII y se volvió a reconstruir en 1263, antes de que naciera Giotto.

Esta pequeñísima iglesia (18x5,8 m.) es la mejor y más rica representación que he visto de una iglesia paleocristiana, románica, de las que algunas se conservan, bastante bien, en el Abruzzo (Italia). Si os fijáis veréis que la planta
está dividida en dos áreas bien diferenciadas.
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La primera, nada más entrar, se llama el “XXX” y es una zona destinada a los penitentes y a los Catecúmenos, aún no bautizados. Desde ella se puede observar el púlpito desde el cual el presbítero leía las lecturas e impartía la homilía. Hay un muro que separa el “XXX” del resto de la asamblea y en medio del muro “una puerta estrecha” (nada está hecho por casualidad) En la parte izquierda del muro hay un relieve en la piedra de una figura, mitad dragón y mitad y serpiente, que representa al diablo; a la derecha hay otra figura mitad león, mitas águila y con un cáliz, que representa a Jesucristo.
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Cuando el presbítero terminaba la homilía los Catecúmenos eran invitados a salir fuera de la asamblea junto con un Didascalo que atendía a su instrucción, ya que estos no podían participar de la Eucaristía que empezaba con la proclamación de la Traditio del Credo cantado, hasta que no eran bautizados. Igualmente eran invitados a salir de la zona “XXX” los penitentes, que eran los hermanos de la comunidad cristiana que estaban separados, durante un tiempo (hasta la Noche de la Pascua), expiando sus pecados públicos.
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Los frescos, que cubren totalmente techos y
paredes, representan escenas de la infancia, la vida, la pasión de Jesús y el juicio Final, junto con imágenes de la vida del santo venerado en esa zona a cuya advocación levantaron esta capilla.
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Igualmente hay un completo calendario de todos los tiempos litúrgicos.
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Se encuentra en las afueras de un pueblecito llamado “YYY” y para entrar a ver este oratorio tienes que llamar a un teléfono móvil y una señora muy amable, viene a abrirte.
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Siempre que voy al Abruzzo no dejo de visitarlo. Aparte de ser bellísimo tiene un paisaje precioso.
Si vosotros lo conocierais os pasaría lo mismo ya que, por fortuna, no le afectó seriamente el pasado terremoto de L´Aquila.

Las fotos son malísimas pues no se puede usar flas y con la luz de una iglesia románica ¿?
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Y ahora las preguntas:

A.- ¿Cómo se llama el área diferenciada “XXX”?
B.- ¿Cuál es el nombre de este oratorio?
C.- ¿A qué pueblo del Abruzzo “YYY” tenéis que ir para poder contemplar esta joya?

Para un equipo tan sagaz como el vuestro, esto no tiene dificultad alguna. Además “se me ha colado” como siempre, una pista. Habéis acertado cosas más difíciles.
Se agradece una respuesta por entrada
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domingo, 3 de enero de 2010

PAPÀ ¿LOS REYES SON LOS PADRES?

. Esta pregunta es, sin lugar a duda, una de las más importantes y comprometedoras que te hayan podido hacer, o seguro que te van a hacer, en tu vida.
Yo ya pasé por esta etapa de la vida y es posible que quizás ahora la estés pasando tú. Si tienes un poco de paciencia para leer esta historia hasta el final, estoy seguro de que sabrás responderla con sinceridad, con credibilidad y sin traumatismos. Te juegas mucho en la respuesta.

Apenas su padre se había sentado, al llegar a casa, dispuesto a escuchar como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta, en voz baja, como con miedo, le dijo: «¿Papá?»
-Sí, hija, cuéntame.
-«Oye, quiero... que me digas la verdad».
-Claro, hija. Siempre te la digo , respondió el padre un poco sorprendido.
-«Es que...», titubeó Cristina.
-Dime, hija, dime.
-«Papá, ¿existen los Reyes Magos?»
El padre de Cristina se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.
-«Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?»
La nueva pregunta de Cristina le obligó a volver la mirada hacia la niña, y tragando saliva le dijo:
-¿Y tú qué crees, hija?
-«Yo no sé, papá: que sí y que no. Por un lado, me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso».
-Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero...
-«Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis engañado!»
-No, mira, nunca te hemos engañado, porque los Reyes Magos sí que existen, respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Cristina.
-«Entonces no lo entiendo, papá».
-Siéntate, cariño, y escucha esta historia que te voy a contar, porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla , dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.
Cristina se sentó entre sus padres, ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:
-Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente, guiados por una gran estrella, se acercaron al Portal para adorarlo. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo: "¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían".
"¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo".
Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó: "Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito..."

Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió, y la voz de Dios se escuchó en el Portal: "Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?"
"¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas-. Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos".
"No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno, sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo".
"¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible?", dijeron a la vez los tres Reyes con cara de sorpresa y admiración.
"Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños y conocer muy bien sus deseos?", preguntó Dios.
"Sí, claro, eso es fundamental", asistieron los tres Reyes.
"Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?"
Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:
"Puesto que así lo habéis querido y para que, en nombre de los tres Reyes de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, Yo ordeno que, en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte, regalen a sus hijos los regalos que deseen.
También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y, a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y, alrededor del belén, recordarán que, gracias a los tres Reyes Magos todos son más felices".

Cuando el padre de Cristina hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó, y dando un beso a sus padres dijo: -«Ahora sí que lo entiendo todo, papá. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado».

Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano, mientras decía:
-«No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero», y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.


La respuesta sería "SÍ HIJA, LOS PADRES SON LOS REYES".


sábado, 2 de enero de 2010

REFLEXIÓN

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Este vídeo se hizo para el Planetario Hayden en Nueva York y gracias a él nos podemos hacer una idea de lo grande que es el universo. El vídeo comienza en el Himalaya y lentamente se va alejando pasando por la Luna, el sistema solar y así sucesivamente.

Después de ver este vídeo, uno no llega a alcanza a ver su propia pequeñez y a su vez la grandeza de saberse exclusivo, único e irrepetible; de saberte que eres un ser inteligentemente creado, ordenado, preciso y parte de un orden. No un caos.


Te sorprendes cuando puedes leer en el Salmo 148 las palabras que el rey David escribió hace más de 3.000 años refiriéndose a la creación:

"Les dio consistencia perpetua
y una ley que no pasará"

Sus ojos no vieron lo que nosotros vemos, pero su corazón creyó lo que nosotros negamos.

No hay que buscar fuera lo que está dentro. No es necesario salir de nosotros mismos para encontrar lo que buscas.