jueves, 29 de abril de 2010

CARTA DE AMOR DE "EL ÚLTIMO DE FILIPINAS"

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Baler (Filipinas) a 30 de abril de 1899


Mí querida novia Fuensanta:

Hoy estoy triste porque es 30 de abril y esta noche, todos los mozos de nuestro pueblo, con la rondalla y los Auroros, saldrán a cantarle los Mayos a sus novias y yo no estaré allí para cantártelos a ti. Para llenar de flores tu ventana y decirte, una vez más, lo mucho que te quiero.

Aún recuerdo aquel Mayo que compuse y canté para ti, en tu ventana, hace hoy dos años.

Despierta mujer, despierta
Que a cantarte hemos venido
Con la última luz de abril
Y de mayo amanecido

Grandes son tus bellos ojos,
Los dos luceros del alba,
Que cuando tú me los abres
Mi noche muere, se acaba

Para esta hermosa mujer,
Para su novia del alma,
Este hombre muy enamorado
A ella este Mayo le canta.


Es tu largo pelo negro
Como la gema azabache
Rayos de luna lo adornan

Con luciérnagas brillantes

Que bellas son tus mejillas
Conchas son de fino nácar,
Que al mirarte en una acequia
El agua, a verlas, se para.

Y va llenando de flores

Las jambas de la ventana

Que se han de morir de envidia

Cuando te miren mañana


Son horizontes del cielo
tus finas cejas arqueadas,
que el sol, esperando al día,
suspira por contemplarlas.

Y de tus dos hombros brotan
ramas de dulces naranjas,
y los dedos de tus manos
son de azahar y de albahaca

Toda la noche estaría

Aquí, junto a tu ventana,

Para contarte abonico

Mis amores… y mis ansias


¿Recuerdas amada mía? ¿Recuerdas? ¡Hace ya dos años!, Hoy te los vuelvo a cantar, desde aquí, más enamorado aún.

Hace una noche espléndida, toda estrellada y estoy de guardia, en lo alto del campanario de esta pequeña iglesia de Baler, donde pronto vendrán a rescatarnos, y a la luz de una pobre candela te voy escribiendo. ¿Candela? ¡Que bello nombre! ¡Candela!. Me gustaría que alguna de nuestras hijas, de entre todos los hijos que nos están esperando, se llamara así: Candelaria. Ese fue el día que te conocí y el día en el que, un año más tarde, nos entregamos a este amor.

Sueño que estas mismas estrellas las estarás mirando tú, y busco a dos de entre ellas que estén muy junticas, no separadas, y las miro pensando que tú también las miras, y así, de hito en hito, por medio de ellas, me uno más a ti y llego en la noche hasta tu ventana para darte un beso. Como aquella noche estrellada en que te robé nuestro primer beso. Fue en la esquina de tu casa; estábamos sentados en el pretil de la acequia. Mirando el cielo, se fueron juntando nuestras cabezas y yo giré la mía y tres segundos después giraste tú la tuya y nuestros labios se rozaron. Fue un leve roce, solo un relámpago, pero que se metió hasta las profundidades de mi alma y de allí no quiere ya salir. Te pusiste colorada. Después vinieron dos más. Fueron como jugando, cuando aquella tarde, en lo alto de la cámara, me enseñabas tus gusanos de la seda y tu buena madre nos dio un respiro. No parabas de hablar, estabas nerviosa, como si adivinaras lo que iba a suceder. Yo te tomé por los hombros, te atraje hacia mí y callé tu boca con un beso. Después, un silencio, y tú me abrazaste y me diste a mi otro largo y cálido beso que aún guardo en mi boca. Yo te quise dar más, pero tú me apartaste y riendo en voz baja me dijiste “¡Quita loco, que estás loco perdido!” Y razón llevabas. Sí ¡loco, estoy loco! pero loco de amor por ti, de la alegría de tenerte a ti y de saber que tú me amas.

Luego fueron siete más. Siete tristes besos. Fue en aquél cornijal de tu huerto, el día que nos despedíamos, cuando yo me venía de soldado para servir a España en esta guerra de Filipinas. Nos dimos un solo abrazo, largo, largo, largo… y yo me bebí tus lágrimas unidas a las mías. Y me bebí el agua de tus labios. Y sentí el calor de tu mejilla sobre la mía. Y aún inhalo el perfume del jazmín y del azahar que llevabas prendido en el pelo y en el pecho. Fueron siete lo besos… y ya suman diez.

¿Cómo olvidarlos? Son los diez hitos que mojonan el mejor lote de la heredad que Dios me ha regalado. Lo único, junto con la vida, que me ha sido dado gratis. Tu amor. Lo que más quiero.

No deseo nada más que unir mi vida a la tuya. No deseo más que envejecer a tu lado. No quiero más agua que el agua de tus besos. Ni quiero más descanso que reposar mi cabeza en la cuna de tu pecho. No quiero sentir más abrigo que la calidez de tu abrazo. Ni escuchar más música que el susurro de tu voz.

Pronto estaré contigo, amada mía, y nos casaremos, y te daré todas las caricias y todos los besos y todos los abrazos que llevo guardados para ti desde antes de conocerte. Pronto volveré y mientras tanto, no me olvides y mira a nuestras dos estrellas que yo, desde ellas, te estaré besando.

Recibe todo el cariño y la ternura de este tu novio, que ha nacido solo para amarte.

Manuel.


EPILOGO.-

Fuensanta apagó el quinqué, y con sus nudosas y torpes manos dobló lentamente la carta y la guardó en el sobre, amarillo y sucio por mil sobos, y por unas gotas de sangre reseca. En el sobre, con cuidada caligrafía, aún se leía:

Para: Fuensanta “la Guapa ................ La Alberca (Murcia) España

No tenía ni sello ni matasellos ni remite. Se la trajeron, hacía ya cincuenta y tantos años, los compañeros de Manuel que lucharon con él en la iglesia de Baler, cuando regresaron a España. Fueron sus dos paisanos murcianos que con él estaban; Luis de Mula y Francisco de Cieza.

Manuel, cuando terminó de escribir la carta, fue a sentarse sobre el pretil del campanario, donde estaba haciendo la guardia, y allí sentado, se puso a mirar a sus dos estrellas.

Se le olvidó apagar la candela.

Fue un blanco muy fácil para una bala tagala que llevaba su nombre; y así se lo encontraron sus compañeros; sentaico y mirando al cielo. Fue el último de los héroes de Baler; uno de “Los Últimos de Filipinas”. Y allí quedó enterrado, cuando los demás volvieron a España.

Fuensanta se mecía suavemente en su mecedora, en el porche, cuando desde el interior de la casa oyó la voz de su nieta que le decía.

- Abuela ¿Cómo estás ahí fuera con el relente que cae? Te pondré una toquilla ¿No ves que te vas a poner peor del reuma? ¿Qué haces abuela?

- Contar las estrellas – le respondió Fuensanta

-¿Contar las estrellas? ¿Es que falta alguna, abuela? – le dijo su nieta con cariñosa ironía.

- Sí, me faltan dos – le contestó muy seria la abuela

Su nieta se quedó pensativa sin entender lo que la abuela le decía. Se agachó hasta su altura y con el dorso de la mano le acarició las mejillas. Notó que había llorado “Se me ha hecho vieja” pensó.

- Anda, vayámonos para adentro abuela que ya es hora de acostarse.

- Sí, vámonos ya, Candela.

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martes, 27 de abril de 2010

LOS HÉROES DE BALER. LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS


Iglesia de Baler

El 18 de abril de 1898 los Estados Unidos emitían un comunicado por el cual le declaraba la guerra a España.

La escuadra española sucumbió ante la americana en Santiago de Cuba y en Cavite (Filipinas) y así desaparecía el viejo imperio español.

Baler es un pequeñísimo poblado de la isla de Luzón (Filipinas). Allí, un destacamento del Batallón de Cazadores Expedicionario nº 2 formado por unos 57 soldados, el 12 de febrero de 1898 fueron cercados por fuerzas tagalas muy superiores y tuvieron que refugiarse en la iglesia del pueblo, único edificio de construcción sólida. Desde entonces no recibieron ningún tipo de ayuda exterior.

Resistieron a todo lo envites del adversario que les superaban, ampliamente, en número y armamento.

España firmó el Tratado de París el 10 de diciembre de 1898 por el cual renunciaba a Filipinas, Guam y Puerto Rico a favor de Estados Unidos y daba la independencia a Cuba. Desde esa fecha Filipinas dejaba ser española y se retiraba de ella, menos en la Iglesia de Baler donde 50 españoles, entre vivos y muertos, seguían defendiendo la posición en cuya torre ondeaba la bandera española.

Se olvidaron de ir a por ellos.

No tenía apenas alimentos, la harina putrefacta, las legumbres con gorgojos y las latas de sardinas descompuestas, pues había que repartir más de 4 o 5 para que pudiera salir una en estado comestible.

La enfermedad del beri-beri y la disentería hizo estragos en ellos y donde no pudieron entrar los asaltantes tagalos, entró por las rendijas, la muerte.


Allí se dieron actos de un valor inaudito, donde hasta los enfermos y los heridos, arrastrándose por el suelo lucharon, a la bayoneta calada, hasta en el cuerpo a cuerpo.

Aquellos hombres no podían creer que España había rendido su imperio y los había abandonado allí, por lo cual no creyeron a los emisarios ni a las notificaciones que les enviaba el enemigo (unos falsos y otros no) para que se rindieran. Sus órdenes recibidas eran las de mantener la posición hasta que fueran relevados y estaban dispuestos a morir allí.

La noticia de la existencia de estos héroes españoles defendiendo una pequeña iglesia en Baler, consternó al mundo por lo insólito y el supremo valor y tesón de aquél puñado de españoles.

Una noticia, imposible de ser falsificada, en un ejemplar del periódico “El Imparcial”, hizo que el teniente Martín Cerezo se diera cuenta que desde hacía más de 10 meses aquella pequeña parcela de tierra que estaban defendiendo ya no era española.

El 2 de junio de 1899, 332 días después, las puertas de la iglesia de Baler se abrieron y por allí salieron, formados y ondeando sus banderas los siguiente:

El Teniente Saturnino Martín Cerezo, natural de Miajadas, (Cáceres)

El Médico Rogelio Vigil de Quiñones, natural de Marbella (Málaga)

El Cabo Jesús García Quijano, natural de Viduerna de la Peña (Palencia)

El Cabo José Olivares Conejero, natural de Caudete (Albacete)

El Corneta Santos González Roncal, natural de Maillén (Zaragoza)

Y 28 soldados más (entre ellos dos murcianos)

Los sitiadores, formando pasillo, no salían de su asombro al ver aquella fuerza famélica y casi desnuda, con tablas de madera atadas a los pies como calzado y más de la mitad heridos y enfermos transportados por sus compañeros en improvisadas parihuelas.

Allí quedaron enterrados:

El Capitán Enrique de las Moreras y Fossi, natural de Chiclana (Cádiz)

El Teniente Juan Alonso Zayas, natural de San Juan de puerto Rico

Y 14 soldados más.

La gesta fue de tal magnitud y heroísmo que el propio presidente de Filipinas, Emilio Aguinaldo dictó el siguiente decreto en honor de los Héroes de Baler:

"Habiéndose hecho acreedora a la admiración del mundo de las fuerzas españolas que guarnecían el destacamento de Baler, por el valor, la constancia y heroísmo con que aquel puñado de hombres aislados y sin esperanza de auxilio alguno, han defendido su bandera por espacio de un año, realizando una epopeya tan gloriosa y tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo; rindiendo culto a las virtudes militares e interpretando los sentimientos del ejército de esta República, que bizarramente les ha combatido; a propuesta de mi secretario de Guerra, y de acuerdo con mi Consejo de Gobierno, vengo en disponer lo siguiente: Los individuos de que se componen las expresadas fuerzas no serán considerados como prisioneros, sino por el contrario, como amigos; y en su consecuencia, se les proveerá, por la Capitanía General, de los pases necesarios para que puedan regresar a su país".

…y esto, también se está olvidando.

Los héroes que regresaron

Os cuento esto porque, junto con lo que os he contado de los Mayos, en mi entrada anterior, tiene que ver con mi próxima entrada y era conveniente que os refrescara la Memoria Histórica:

· A los que estudiamos el antiguo Bachiller.

· A las pobres víctimas de la ESO

· A nuestros amigos de Hispanoamérica.


domingo, 25 de abril de 2010

COSAS DE MI TIERRA: LOS MAYOS

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Foto de Man


En la huerta de mi Murcia, la noche del 30 de abril al 1 de mayo, los mozos salían al anochecer por las sendas y carriles de la huerta para rondar a las mozas casaderas. Era la noche de los Mayos; una licencia que los trabajos del campo daban para que se prodigara el amor creador.

Los ancestrales Hermanos de la Aurora, “los Auroros”, y solo para esa noche, sufrían una transformación y a sus exclusivos repertorios de las religiosas salves de las “despertás y correlativas”, acompañados solo por el farol y el sonido monocorde de una única campana, se les unían, esa noche, las guitarras, bandurrias, laudes y panderos de las rondallas.


Los Auroros

La cosa era así:

El primer canto de Mayo era para la Virgen y después iban todos por los carriles de la huerta a las barracas de las mozas a las que iban a canta y en la ventana de su dormitorio, el mozo rondador le cantaba unos versos exaltando cada una de las parte del cuerpo de la amada con epítetos florales y huertanos. La moza lo escuchaba en silencio, desde el interior, sin dar la menor señal de vida, aunque se estuviera muriendo de amores al escuchar lo que le decía el mozo que la rondaba. Este, mientras cantaba, iba dejando unas flores en la ventana.

A la fiesta siguiente que hubiese en el pueblo, el mozo le pedía baile a la moza que había rondado y si él era del agrado de esta, le concedía el baile solicitado, pero si el mozo era rechazado, hasta tres veces, ya no había nada que hacer.

La aceptación suponía el inicio de un noviazgo que seguía unos preciosos ritos y cánones que otro día os contaré.

La noche de san Juan y cada 30 de abril se repetía esta ronda y ahora, el enamorado correspondido, llenaba de flores la ventana de la amada. Ella nunca salía.

En cada lugar lo harán o lo hacían de una manera, pero así era como se vivían los Mayos en la huerta de Murcia y que se perdieron totalmente a finales del siglo XIX.

Un querido murciano, el escultor Antonio Garrigós, los rescató al encontrarlos en un pueblo de la Mancha y se los transmitió a los Auroros. Pero ahora solo de una forma religiosa y dedicados a la Virgen. Está bien y es bonito escucharlos, pero ya no es lo mismo.

Os lo cuento porque pronto os contaré otra cosa y convenía que conocierais esto primero.

sábado, 17 de abril de 2010

UNA CANCIÓN, UN BESO Y UNA FLOR PARA: LUCI


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Foto de Man

Solo porque hay pocas mujeres a las que quiera tanto como a ella y no sé otra manera de decírselo.
Me gustaría ser poeta, como mi amigo Luis Madrigal, para poder dedicarle un bello soneto.

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miércoles, 7 de abril de 2010

CERRADO POR TRABAJO


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Por suerte o por desgracia, creo que más por lo segundo que por lo primero, aún no dispongo del tiempo suficiente para poder atender a todas las cosas que más me gusta hacer, es decir, para jubilarme en ellas o lo que es lo mismo llenarme de júbilo con ellas que es lo que mi cuerpo anhela.

Por razones de trabajo, familiares y conatos literarios, debo abrir un paréntesis temporal, como ya ocurrió a principios de año, y hacer que mis entradas sean mucho más espaciadas en el tiempo.

No quiere decir que esto sea adiós - ¡no te vas a librar tan fácilmente de mí, amigo Luis! - pues yo os seguiré visitando aunque me veáis menos. Ya no puedo pasar sin leeros, ni escucharos, y no sé el tiempo que podré aguantar.

Hasta pronto.

Un abrazo y un beso.



PARA AURA


Foto de Man


domingo, 4 de abril de 2010

ESTE NIÑO ES Y SE LLAMA ¡HIJO DE DIOS!



"Yo os bautizo con agua en señal de conversión; pero aquél que viene detrás de mi es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego"

(Mt. 3,11)


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Este es mi hijo amado




Anoche, en la Vigilia de la Pascua de Resurrección, en la Iglesia de San Bartolomé y Santa María - en la misma iglesia donde yo fui bautizado - ha sido bautizado David, nuestro septimo nieto y quinto hijo de mis hijos Rebeca y Juanvi





Que Dios le haga un buen cristiano como todos esperamos de él.


Os participo de nuestra alegría y nuestro gozo.






jueves, 1 de abril de 2010

SEMANA SANTA EN MURCIA. VIERNES SÁNTO


Hoy no voy a hablar del hombre, Salzillo, por muy grande que este fuera, que lo fue. Tampoco os hablaré de su obra aunque esta supere a aquél. De esas cosas os hablaré otro día además de que las que se vean ahora aquí.

Hoy os hablo de cómo vive un pueblo, mi pueblo, este día:



VIERNES SANTO



PROCESIÓN DE LOS SALZILLOS "LOS MORAOS"

El día está amaneciendo. Ya se distingue entre un hilo negro y un hilo blanco, y un reguero de 4.000 túnicas moradas avanzan por las calles y carriles de la huerta de Murcia con una sola dirección: Plaza de San Agustín.

La gran puerta de la Iglesia de Jesús los acoge a todos en su interior mientras se quiere escuchar las salmodias de los laudes. A las 6 horas solares, las 8 de nuestro reloj, en punto, como lo viene haciendo desde el año 1600 Procesión de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, va a salir


LA SANTA CENA (1763)

(Dedicado a nuetros hermanos de Hispanoamérica. Uniendo las raices)


La última cena de Jesús con un San Juan recostado sobre el Señor

La mesa está primorosamente servida con sumo detalle y todos los manjares que en ella hay, hasta el cordero, son completamente naturales y de una rareza exquisita ¿De donde higos chumbos (de palera) en esta época, o melones, o níperos, o...?
Esta huerta de Murcia da tanto de sí y más si es para su Señor.


La familia camarera del paso es la que se encarga de todos los detalles y de las viandas que después de la procesión serán consumidas por los nazarenos que portan el paso.




Todas las imágenes que desfilan el Viernes Santo está hechas para ser vistas con la luz natural del día, por eso los tronos no llevan luz artificial ni velas, ni casi flores, ni palios que puedan obtaculizar la visión natural de estos maravillosos pasos que son catequesis andantes.

Cuando los Pasos pasan por delante de donde se encuentren las camareras del mismo, se detiene ante ellas y se gira para se pueda ver mejor. Lo mismo ocurre frente al obispo en el balcón del Palacio Episcopal




Se aprovecha para ir catequicando a los niños y se les explica el momento que ese paso representa en la vida de Jesús y en sus propias vidas, porque hay que aterrizarles la Palabra.

Anoche veíamos la procesión de los Coloraos con dos de mis nietos y les explicaba su abuela el paso del Lavatorio y que estaba el señor en la última Cena y se pone a lavar los pies con lo que eso supone de servicio a los demás... Mi nieto Marcos pregunta: ¿Y todos esos que hay ahí, son amigos?

Si, responde la abuela, aunque ahí hay uno que luego le va a entregar.

¡A sí!, dice mi nieto Marcos, ¿y entonces porque le ha invitado a la cena?.

Buena ocasión para empezar a explicarles lo que es el amor al enemigo.




LA ORACIÓN DEL HUERTO (1754)

Dedicado a mi amigo Luis Madrigal




Es la angustia de Getsemaní, al pié del huerto de los olivos. La angustia de si estaré haciendo lo correcto. La AQUEDÁH de Isaac.








AQUEDÁH, AQUEDÁH


¡Átame!, átame fuerte, Padre mío

No sea que por el miedo me resista

Y no sea válido tu sacrificio

Y los dos seamos rechazados.

¡VENID Y VED LA FE SOBRE LA TIERRA!

¡VENID Y VED LA FE SOBRE LA TIERRA!

Un Padre que sacrifica a su Hijo

y un Hijo querido que le ofrece su cuello.






Y un ángel le muestra el camino y le señala, en lo alto de la palmera, el Cáliz que ha de beber. El mismo que ya ha bebido esa noche con sus discípulos en la cena del Pésaj, la Pascua judía.

Gran descanso es el saber que cada uno e nosotros tenemos un ángel; un enviado del Señor.


Y mientras ÉL velaba, yo dormía








EL PRENDIMIENTO (1763)
Dedicado a Man





Este paso es más conocido como "El beso de Judas"

"¿Cuanto me dais si os lo entrego?"

He visto a mucha gente que al ver este paso a bajado la vista, como yo, por sentirse identificado en ella.









Salzillo hace tan fuerte y tan intimo este pasaje evangélico que cuando esculpe el beso de Judas lo hace de un mismo tronco










Pedro el impetuso:


"Señor, por tí daré yo la vida"


"Señor ¿lavarme tú a mi los piés...?"


Ese brazo de Pedro es una lección magistral del amor humano además de perfecta anatomía y de perfecta ejecución.







DEDICADO A MIS MURCIANOS
Los murcianos de Man



Mis huertanos no saben nada de cálculo vectorial, ni de momentos flectores, ni de torsores pero sí saben que un "estante" (los que llevan el paso) tienen que "hacer pié" con la inclinación correcta de los cuerpos, "ceñirse los lomos", "apretar los riñones" y "meter el hombro" cargando con muchos kilos. La resultante es que el paso se eleva y anda para adelante y parece que de un momento a otro el paso se va a caer al suelo.
De eso sí entienden
Y aún tienen esa huertana elegancia, o "mersa" pachorra, de acercarse lentamente, y con una sonrisa torera, dar un caramelo y volver a "cargar"




LOS AZOTES (1777)
Dedicado a los Anónimos






Unos Anónimos azotadores que ni saben ni conocen a Jesús, lo flagelan y le golpean con saña mientras se burlan de Él y le preguntan


"Dinos ¿quien te ha golpeado?"










Él, mientras, calla y ofrece su espalda a los que le azotan















LA VERÓNICA (1755)

Dedicada a nuestra amiga Mercedes







Una mujer anónima.

Una mujer de la que poco se sabe.

Una mujer como tú y como tantas otras.

Pero que está allí, en el sitio justo, en el momento preciso, en con el gesto y la palabra adecuada . Ayudando.

Con el valor de salir la primera,en medio del cortejo, significandose, y arriesgandose a un mal golpe, solo por secar el rostro de Jesús.




LA CAIDA (1752)

Para todos nuestros familiares y amigos que por alguna causa están sufriendo




No se dice que caída es pero poco importa, digamos que la tercera.
La última

Él parece estar preguntando ¿Qué os he hecho? pero no hay rencor en su mirada, solo una calma y una paz que te invita a seguirlo en la seguridad de que aunque mi suerte sea igual a la suya y mi muerte similar a la suya, su resurrección, avala a la mía.



IMPROPERIOS

¡Oh pueblo mío! ¡Oh pueblo mío!

¿Qué mal yo te he hecho?

¿En qué te he contristado? Respóndeme

¿En qué te he contristado?


Yo te he hecho salir de Egipto;

Yo te he abierto el mar en dos partes

Yo te he liberado del Faraón

Y tú y tú, me has preparado la cruz.


Yo te he abierto un camino en el desierto;

Yo te he alimentado con el maná;

Te he introducido en la Tierra Prometida,

Y tú, y tú, me has preparado la cruz.


¿Qué más he podido hacer por ti

Que no haya hecho?

Yo te llamé “mi viña amada”

Y tú, y tú, me has dado fruto amargo.


¡Oh pueblo mío! ¡Oh pueblo mío!

¿Qué mal yo te he hecho?

¿En qué te he contristado? Respóndeme

¿En qué te he contristado?





Si te encuentras con su mirada, si sus ojos, cuando pasa, te miran, tu vida no sigue igual. Te dá el apoyo y la confianza y te dice "No tema, sígueme, yo voy a tu lado"











NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO (1600)

Dedicado a nuestro amigo FOS




Este es el paso titular de esta Procesión y el único que no es de Salzillo.

Dejo que nuestro amigo FOS, que es cofrade y mayordomo, junto con sus hijos, de este Paso, sea él el que nos explique todo lo concerniente al mismo













SAN JUAN (1755)

Dedicado a nuestros niños, a nuestros nietos, a nuestros jóvenes



Vosotros sois la esperanza.
Vosotros sois los que tendréis que marcarnos el camino
Vosotros sois la alegría y la sal de la tierra
Vosotros seguiréis al Señor
Vosotros acompañáis a su Madre en la persona de vuestros mayores.
Vosotros sois la fe que apoya a la nuestra, cuando nos flaquea.











LA DOLOROSA (1755)

Dedicado a nuestra amiga CAPUCHINO DE SILOS





La obra cumbre de Salzillo. No habrá expresión más bella que la del dolor de esta imagen.

Como os he dicho, estas imágenes están realizadas para procesionar a la luz del día.
La imagen de la Dolorosa, por tradición, es la última que acompaña a Jesús y se quedará en la puerta de la iglesia hasta que el primer rayo de luz solar que salga por la plaza de San Agustín, incida en su rostro donde se reflejará toda la belleza y expresividad de la imagen.
Dicen que, solo entonces, los murcianos sabemos que sí, que ya ha llegado el Viernes Santo.









Dice la tradición que para poder captar esta expresión, Salzillo le dio a su esposa una falsa y mala noticia y que en su expresión captó la inspiración para esculpir esta obra magna, mil veces copiada.