lunes, 16 de agosto de 2010

LA BUENA HERMANA

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Fue la noche de la gran tormenta de rayos y truenos. Elvira volvía a casa en el coche cuando sus faros iluminaron un pequeño bulto negro en medio del camino asfaltado. El pequeño bulto no se movía, pero un pequeño gatito de pelo jaspeado se acercaba en un nervioso ir y venir al bulto negro y dando vueltas en torno a él no lo dejaba solo en medio del camino. Elvira aminoró la marcha hasta parar el coche y bajó a ver que era aquél pequeño bulto negro. Era otro pequeño gatito que sin atreverse a mover maullaba desconcertado. Elvira tomó al asustado gatito en sus manos y observó que este tenía una seria infección en los ojos. El gatito jaspeado daba vueltas en torno a Elvira maullando desesperadamente sin alejarse ni dejarse tomar, pero Elvira, con su experto ojo clínico, vio que el gatito jaspeado estaba bien y que sus ojos no tenían ningún problema

- Tú estás bien y puedes sobrevivir – le dijo Elvira al gatito jaspeado.




Elvira introdujo al gatito negro en el trasportín que siempre lleva en su coche. Cuando llegó a casa lo examinó, confirmó la seria infección que estaba a punto de perforarle los ojos y dejarle ciego para siempre. Lo curó, le dio de comer y lo tranquilizó.

A la mañana siguiente salió de casa, con el gatito negro en su trasportín, de camino a la clínica y exactamente en el mismo sitio en que recogió al gatito negro, en medio del camino asfaltado, estaba el gatito jaspeado maullando apenado. Elvira volvió a parar el coche y al principio se resistió a que Elvira lo recogiera, pero Elvira tiene un don especial para los animales y a un leve gesto de su mano el gatito se le entregó.

Cuando Elvira llegó a la clínica, operó al gatito negro de los ojos y aunque os parezca extraño eso que lleva en los ojos son auténticos botones cosidos a los párpados para que hagan una presión determinada y los mantenga cerrados. De momento el gatito negro no puede ver mientras dure el posoperatorio y las curas, pero os puedo asegurar que su hermana, la gatita jaspeada, no se separa de él y es su auténtico lazarillo.

Una maravillosa lección de qué es una buena hermana.


Ahora se busca a una persona que quiera adoptar a estos dos preciosos e inseparables hermanos (Cachita y Botones).


Nota: Se me olvidó deciros que Elvira es mi segunda hija y que es una vocacional veterinaria que ama a todos los animales.

17 comentarios:

Paloma Corrales dijo...

Qué historia tan preciosa, mi querido Man, parece un cuento.

Felicidades, te iba a decir por Elvira, pero tengo la impresión que todos tus hijos son maravillosos... y tú un padrazo.

Besos, una montaña.

Ps. sé que paso poco, pero el verano me lleva un poco al revés; mucho trabajo, mucha familia, muchos amigos... seguro que sabes que tienes un huequito, ahí, en el lado izquierdo.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Qué historia más entrañable. Es preciosa y aleccionadora, querido Man. Felicita de mi parte a tu hija Elvira por su magnífica labor y por su gran corazón.

Me encantan los gatos, los adoro, pero, por desgracia, soy una alérgica de tres pares de narices y no puedo tener animales cerca. De pequeña, que aún no me había surgido esta pequeña molestia, tenía un gatito todos los veranos en el pueblo de mi padre: Librilla. A todos les ponía de nombre Chulo o Chula. Lo que jugaba con ellos y cómo acababa de arañazos, porque cuando son tan chiquitines no controlan y, en los juegos, arañan que da gusto. Hasta me hacían polvo los vestidos con sus travesuras. Pero yo tan contenta.

Bueno, voy para mi cobijo, que creo que tengo un comentario tuyo al que me apetece mucho contestar.

Besazos y ya sabes que tenemos que conocernos.

Tatiana Aguilera dijo...

Tu hija es una vetetinaria maravillosa...En cuanto a los gatitos, los animales nos enseñan que pueden ser más nobles que los seres humanos...Estoy segura que encontrarán un hogar que los cuide con cariño.
Un abrazo amigo.

noah dijo...

Bonito tu escrito,y preciosa la historia,

felicidades

Noah

El Blog de Clau dijo...

Adorables!y lindo gesto.Los animales nos enseñan mucho.Creo,que mi hijo también debe estar buscando quien adopte no precisamente dos preciosos gatitos,sino una señora con un bastón:-)
Besotes
Clau

El Gaucho Santillán dijo...

Yo tengo cuatro gatitos siameses y cuatro chiuhauas.

Quieres alguno?

Saludos

josefina dijo...

Esto me hace recordar a mi hija que le enternecia cualquier animalito que encontraba desvalido.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola a todos. Me gustaría hacer una pequeña aclaración. La noche que recogí a Botones no era la de la gran tormenta, no habría dejado a Cachita bajo la lluvia y sola, por mucho que me hubiese costado cogerla. Era la noche del Martes,creo recordar, en que había relámpagos pero no cayó agua.
Os cuento que están los dos preciosos y es divertidísimo verlos jugar. Tienen una pelota, Botones juega con ella y Cachita vigila su juego, si la pierde de entre de sus patas y no la encuentra, por su ceguera, Cachita la recoge y le da un toquecito que se la devuelve a Botones entre sus patas. Si puedo, grabaré un video para que veais que es cierto lo que cuento. Son para comerselos.
Saludos a todos los seguidores de este rincón, es un buen lugar.

Elvira

J.Lorente dijo...

MAN, no me hagas estas cosas, hombre, que yo soy muy susceptible... Si no fuera porque ya tenemos una gata, me los quedaba a los dos.

Un Beso Felino para tu hija, Elvira, y otro para ti.

Si quieres ponerte en contacto conmigo:

urciman@hotmail.com

A ver si nos podemos ver la semana que viene... Deja en "Asunto" algo que sepa yo quién eres.

La canción que has puesto hoy es una maravilla. Tienes muy buen gusto musical.

Anónimo dijo...

Querido amigo, hermosa historia llena de ternura y amor, felicitaciones a tu hija que escogio esa linda carrera, los animalitos dan tanto amor, yo tengo una perrita Labradora esta pendiente de mi niña, y cuando alguien que ella no conoce se le acerca a mi niña no le pierde el ojo se queda a su lado vigilando.
es un amor pero como todo perrito Labrador rompen todo pero el cariño que da lo vale.
besitos para ti querido amigo, que Dios te bendiga a ti y tu adorable hija.

Capuchino de Silos dijo...

¿Dónde se encuentra mi comentario?
Te envié uno por aquí y el mismo por correo y no me lo admitieron.
Esto funciona fatal últimamente.

Un fortísimo abrazo.

Mar dijo...

Hermosa historia y hermosa canción...

Hermoso, igualmente, es tener una buena hermana. Yo, afortunadamente, la tengo.

Un abrazo muy grande y besos.

Norma Ruiz dijo...

Man:
hermosa historia.
Elvira tuvo un gesto de amor y respeto a un ser vivo.
cachita y botones serán la alegría de tu hogar.
los animales son agradecidos, virtud que el hombre no posee.
besos y más besos a Elvira.

Anónimo dijo...

Norma, los gatitos no se pueden quedar en mi casa, es imposible. Pero estoy segura de que alguien los adoptará y caerán en una buena casa, no son los primeros que recojo y crio hasta que se van a un buen hogar. ¿ Ningún lector de este rincón querria adoptarlos ?
Ahora mismo los tengo enfrente jugando con una pelota hecha de papel y es que son divertidísimos, no sacan las uñas para nada, son cariñosos. Y Botones, ya ve un poco, así que creo que podrá llevar una vida totalmente normal en unas semanas.
Os mandan saludos ;)

Elvira

ELILUC dijo...

Ay Elvira que nobleza la de tu alma!
Gracias Man por compartir esta historia de tu hija, que dicho sea de paso esa nobleza del alma la heredo de ti, eres un "noble poeta"
un abrazo a ambos

El Blog de Clau dijo...

Man,parecerá raro mi comentario extra, pero me parece haber escuchado de las riadas en Murcia, y coincide con que hace unos días q estás ausente de tu blog.Todo bien?Espero que si.
Besos
Clau

Anónimo dijo...

Hermosa historia...
sentada en mi rincòn, acompañada por un cafè y la lectura de tu historia...no me ha hecho falta mas, un placer leerte amigo.


Un abrazo.