Puesta del sol desde Puerto de Mazarrón (Murcia) Al fondo Cabo Cope
Man
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Sigo, muy lentamente, removiendo, más que tirando, mis viejos papeles. Ayer me encontré con esta carta publicada en el diario La Verdad de Murcia el 06/10/2008 y firmada por una mujer llamada Gema Pérez. Me gusta y quiero compartirla con vosotros.
Después de su lectura escribí este poema que hay a continuación y que titulo SOLEDADES.
La carta dice así:
Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde trabajo, para curarse una herida en la mano. Tenía bastante prisa y mientras lo atendía le pregunté por el motivo de su urgencia.
Me aclaró que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí.
Llevaba algún tiempo en ese lugar y sufría de la enfermedad de Alzheimer. Mientras terminaba de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
- No -me dijo- ella no sabe quién soy yo. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañado:
- ¿Y si no sabe quién es usted, por qué esa necesidad de ir todas las mañanas y de llegar tan puntual?
Me sonrió, y dándome una palmadita en la mano, me dijo:
- Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.
Tuve que contener las lágrimas y mientras salía pensé: "Esa es la clase de amor que quiero para mi vida. El verdadero amor no se reduce a lo físico o romántico. El verdadero amor, es la aceptación de todo lo que el otro verdaderamente es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya nunca podrá ser"
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Cuando el sol, viejo amigo, caliente tus tardes
y alargue tu sombra por muros y calles,
te traerá recuerdos de tus mocedades.
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De amores hermosos, de quedos hablares,
de tiernas miradas, de dulces cantares,
de hijos crecidos, también de avatares.
Entonces tú, valiente, te yergues, te ciñes,
y con tu mano amante
guíala en sus andares.
Que tu flaco brazo sostenga sus pesares.
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Porque sí, porque tú lo mandas, porque tú lo dices;
porque tú ahora eres,
el soporte firme de sus soledades.
Man
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12 comentarios:
El relato es tristemente bello.
Y el poema, emotivo.
Un abrazo, amigo.
Hermoso amigo MAN, y conociéndote se porqué la guardaste.
Yo como tu y como esa enfermera, es la clase de amor que quiero y que siento en mi vida.
¿Ves como ahora que estás mas sereno, nos haces disfrutar a todos con tus entradas?
Un abrazo, y ya sabes que te estoy esperando.
¡Muy bien, MAN! ¡Bravo!. Esto de rebuscar papeles sin duda es una fuente inagotable. Se encuentran joyas como esta que nos traes: "Ella no sabe quién soy yo, pero yo si sé quién es ella...". Nos deseo otro tanto, si por suerte o desgracia, (por la gracia de Dios, más bien) nos llega a suceder. Tus "Soledades", magníficas, por poco se convierten en tetrástofos monorrimos, la estrofa quizá más importante en Castilla en los siglos XIII y XIV. Un fuerte abrazo, gran hombre. Luis Madrigal.-
No me extraña que guardaras esa carta. En pocas líneas, contiene una auténtica declaración de cómo se comporta el amor verdadero. Es realmente conmovedora. Querer así es amar de veras y ser así querido es tener siempre tendida una mano hacia la gloria.
Tu poema, tan ritmado, me despierta ecos de nostalgias. No la tengas aún, Man, que aún eres fuerte y los ángeles te sonríen.
Un abrazo gigantesco para mi gran hombre favorito.
Mi querido amigo Man:
No tengo palabras para expresar los sentimientos que han surgido de forma espontánea en mí, al leer esta carta tan emotiva que nos regalas así como el poema lleno de sentimiento que nos ofreces.
También para mí es el amor que deseo.
Recuerdo, cuando recuerdo...
El claroscuro de mi comportamiento.
El dulce sonido de tus palabras.
La suave caricia de tus manos.
Pero a veces... tormento y desespero.
Sombras sin voces me acompañan
en mi viaje a ninguna parte
con sonidos de colores inexistentes.
Y tú, a mi lado cuando despierto
de mi sueño intermitente,
con tus manos acariciando mi frente,
recordándome que soy y que existo.
Que bonito,tanto en la carta como en el poema hay tanto amor.Será que te amo tanto
y no te dejaré de amar
Será por que tus ojos
se han clavao tan fuerte
dejando atrás mi soledad
Y es que no puedo más
Y es que no puedo más
si no estas
Te pasará igual que a mi
que cuando me hablan de ti
se aceleran mis latidos
se enzordecen mis oídos
y la carta que escribí
respuesta que no recibí
Te pasará igual que a mi
igual que a mi
Hay tanto amor
hay tanto amor
no hay respuesta a mis preguntas
santo Dios
Hay tanto amor
Hay tanto amor
y te fuiste sin decir siquiera adios
Man:
Cuando las soledades no se aceptan y se siente el fracaso del presente sin aceptar que todo tiene su momento, es difícil mantener las ganas de vivir y levantarse cada día es un esfuerzo casi inútil.
Como espectador cercano, solo siento impotencia y rabia pues nadie puede ayudar a quien no se deja.
Un abrazo Man de Á
Yo había leído, alguna vez, esa carta. Cuánta ternura. Y tu poema también desborda ternura, Man.
Muy bello todo.
Beso grande para ti.
Esa soledad que no es tal mientras se comparte.
Un abrazo.
Alicia
Que pruebas nos pone el amor y que admirables los que las superan.
¿has visto o leído DIARIO de NOAH?
Es el relato de la carta.
un abrazo
Yo siempre sabré quien eres tú.
¡El hombre de mi vida! Si llegara el caso, que Dios no lo quiera, yo te cuidaré. ¿Tú me cuidarás a mí? Yo espero que sí.
Vívamos ahora el presente que es muy hermoso.
Un beso cariño: Mª Dolores
BUEN DIA MAN!!! he venido a visitarte, a dejarte mis saludos y un regalito de San Valentín para tu bello blog; y me encuentro esta bella entrada llena de amor!!! mil gracias por compartirla y bendiciones para tí y tu bella familia!!! abrazote gigante desde Argentina. Laura Cornejo
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