sábado, 5 de diciembre de 2009

DOMINGO DE ADVIENTO


Esta foto, tomada hace unos ochenta años, es lo único que nos queda de una bellísima imagen que desapareció un miércoles 13 de mayo del siglo pasado.


TENÉIS QUE BUSCAR Y ENCONTRAR TODO LO QUE SE PUEDA SOBRE ESTA IMAGEN


Es una historia muy interesante que os va a gustar y aunque parece difícil, para un equipo tan perspicaz como vosotros esto está chupado.


Como siempre mejor dar solo pistas. Yo os las iré dando también si veo que la investigación se atranca, cosa que no creo, y os iré haciendo preguntas.


10 comentarios:

Anónimo dijo...

Papi, creo que te has pasado.
Aunque, ¿quien sabe? con el atajo de listos listísimos que asoma por aqui...
¡Ánimo equipo!

Anónimo dijo...

Cuentan ...Que la noche de ese dia en 1931 la ciudad se encendió en lágrimas de fuego que iluminaron, como un llanto estrepitoso de astillas celestiales...
Un saludo(El provinciano)

Anónimo dijo...

Obra de Francisco Salcillo.
Muy bonita la historia.
El provinciano.

Creo que puedo decir algo más,felicidades a las que el dia 8 celebren su santo.

FOS dijo...

Efectivamente, la desaparición sucedió el miércoles 13 de Mayo de 1931, en una iglesia que ya no existe muy proxima al Plano de San Francisco.
Hay quien dice que esta era la obra cumbre de Francisco Salzillo.

Anónimo dijo...

Perdón por el "gazapo" de Salcillo,cuando lo he visto publicado me ha hecho daño a la vista(cosas de las teclas y las prisas)

Man dijo...

Sois realmente increíbles. No se os puede dejar ni un solo resquicio. Sois unos auténticos investigadores.
Ahora, para que los demás la conozcan, os pido por favor que vosotros mismos contéis esta historia tan bonita y que digáis qué camino habéis seguido para encontrar la solución.
Mientras yo me pienso otra

Anónimo dijo...

Si te digo el camino se pierde el encanto...
Un saludo:)

FOS dijo...

Sucedió en 1931. El miércoles 13 de mayo. El plano de san Francisco, donde brotan cada amanecida los aromas de la huerta que se condensan en Verónicas, aún mantenía la congregación que honraba al santo. Junto a sus muros, la desaparecida iglesia de la Purísima custodiaba una talla de esta advocación, obra de Francisco Salzillo. Era la Purísima Concepción. Muchos autores han mantenido que era la obra cumbre de Salzillo. Sin embargo, no existen demasiadas imágenes para sustentar esta afirmación. Ahora, el sorprendente hallazgo de un primer plano de la talla abre de nuevo el debate.

Seis meses de búsqueda

El programa municipal Murcia que se fue, dedicado a la recuperación del patrimonio histórico murciano perdido a través de los años, ha logrado rescatar del olvido dos fotografías inéditas hasta la fecha. Se han datado apenas dos años antes del incendio. En una de ellas se observa la talla completa de la Purísima, que está sin su característica corona, en el altar donde recibía culto.

El camarín de la Purísima, decorado por Pablo Sistori, atesoraba aquella talla que el escultor Benlliure sentenció como «la obra cumbre de Salzillo». No fue el único. José Tormo, en su Guía de Levante, al describir la pieza animaba a los viajeros con un exclamación: «¿Súbanse al camarín!. Otros se atrevieron a más.

El doctor Esténaga advirtió de que su factura era «más perfecta que la del Ángel y la Dolorosa» que aún atesora la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. El inolvidable Fuentes y Ponte, erudito y apasionado conservador de nuestra Murcia, rubricó semejantes halagos en su obra Murcia Mariana. Hubo quien lo acusó de padecer miopía; pero lo cierto es que él si subió al camerín para tomarle medidas a la talla. Tampoco le faltaron cánticos y oraciones que extendieron el fervor y la fama de su belleza por la ciudad.

El descubrimiento de esta antigua fotografía, que hoy permite a miles de murcianos conocer la talla, supone un hallazgo de gran interés. Sobre todo, porque la instantánea permite apreciar detalles imposibles de percibir en el resto de fotografías existentes -acaso una o dos- porque casi todas fueron tomadas a distancia.

Las obras en la que fue iglesia gótica de la Purísima comenzaron en el siglo XV, bajo la protección de los Caballeros Concepcionistas. El templo, utilizado por los padres franciscanos que habitaban el convento contiguo, dio nombre a un hospital para sacerdotes que, en el año 1701, se levantó junto a la iglesia. Extinguida la orden de caballería, la Familia Fontes se encargó de perpetuar los cultos, no si antes establecer algún litigio con los franciscanos por la propiedad del inmueble.

Primer renacimiento

La iglesia de la Purísima tenía una sencilla portada de sillares de piedra, con una sola puerta, sobre la que se abría una hornacina, que custodiaba la talla de la Virgen en un retablo del primer renacimiento. Más arriba, había un hueco donde se volteaba la única campana del santuario. En el interior, compuesto por una nave, había ocho capillas. La primera de ellas, según se entraba a la izquierda, estaba dedicada a San Martín. En su interior se conservaron durante muchos años dos balas de cañón que fueron disparadas en 1706 por las tropas del archiduque contra la ciudad, que defendía el cardenal Belluga.

Tan bella era la imagen de la Purísima que ni Salzillo ni la familia Fontes se atrevían a ponerle precio. De hecho, pasaron algunos meses antes de que el escultor reconociera que la talla era un regalo. Entonces, los Fontes enviaron 12.000 reales en una caja de cartón, que también contenía varios obsequios, uno por cada miembro de aquella casa. Ahora, ochenta años después de que se fotografiara un primer plano de su rostro, los murcianos pueden valorar si realmente es la talla más soberbia de Salzillo.
Esto que transcribo arriba, es una copia de una información de "La Murcia que no vemos", editado por el diario La Verdad.

Anónimo dijo...

FOS y yo hemos hecho el mismo camino.
El provinciano.

Man dijo...

Sí, esa misma información es la mía, junto con otras, pero.... ¿como habeis llegado hasta ella solo con lo que os dejé?.
No se rompe el encanto solo se enseña a los demás el camino